30 octubre, 2009

tiempo loco


El día estaba horrible. Podía sentir la presión, la humedad, el calor, me aplastaban. Tenía todo el cuerpo pegajoso, aunque sólo vestía un top y una bermuda. Una fuerte brisa caliente soplaba del norte. Las nubes cubrían el cielo parcialmente, mientras un tímido sol -pero con rayos decididos a quemar la piel- se refugiaba tras ellas.
El incesante calor, humedad y presión parecian adelantar una de esas fuerte tormentas de verano qe tiran ramas, arboles y chapas, pero solo fue un truco.
Ahora el cielo está despejado con unas pocas estrellas decorandolo. Una suave y refrescante brisa corre sacudiendo levemente la copa de los arboles.

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